Juan Antonio Sosa Guzmán, hermano Postulante de nuestra Provincia.
Hola, hermanos, escribo estas letras para contarles un poco de mi experiencia y de lo vivido en el primer encuentro de Postulantes 2023, del 6-15 de Mayo, en Anapolis, Brasil.
Participamos 11 Postulantes acompañados por nuestros formadores, todos de las entidades que conforman el Noviciado Común en Catalão (Brasil): las provincias de la Asunción del Río de La Plata, Santisima Trinidad y Del Santisimo Nombre de Jesús; y las Custodias del Sagrado Corazón de Jesús y de las Siete Alegrías de Nuestra Señora. Desde San Antonio de Arredondo fuimos Arnold Aquino, Fredy Vega y yo.
Lo primero que les comparto es el tema de la lengua. Para mi fue un gran desafío, ya que todavía no manejo muy bien el portugués, lo cual me ayudó a ser paciente para poder entender a los hermanos y también hacerme entender. La verdad que fue muy bonito el interés mutuo, de los hermanos de Brasil por el español y mío también por su lengua, pudimos hablar una especie de “portuñol” bien fluido, que nos permitió compartir nuestras vivencias como postulantes, nuestros procesos, las risas y las bromas, y también los talleres formativos que tuvimos.
Estos últimos me parecieron muy interesantes. Con Fray Jaime vimos algo de espiritualidad franciscana. Me gustó que destacásemos la importancia del cuerpo como lugar esencial donde se forma también nuestra propia espiritualidad, es decir que no hay una espiritualidad sin la experiencia del cuerpo, de los sentidos, de la escucha. En otro taller, esta vez con un psicólogo, tratamos sobre el sentido de la vida y de nuestra entrega en nuestra vocación.
También fue muy lindo ver por primera vez y conocer a mis hermanos postulantes, con los que compartiría, Dios mediante, el noviciado el próximo año. Un grupo muy lindo, y pudimos compartir mucho esos días. Al final del encuentro estaba considerada una visita de dos días a Catalão, lugar donde está el noviciado y puede compartir especialmente con Francisco Dávalos, Novicio de nuestra Provincia.
Fue impactante conocer otra cultura, otro idioma y también lo distinto de cada Provincia y Custodia. Conocer la Orden fuera de mi país, de mi cultura y de mi lengua fue algo que guardo mucho en el corazón.
También quedo convencido, que como Franciscanos hay algo muy fuerte que nos une, a pesar de la lengua, la cultura o muchas otras diferencias que puedan surgir. El amor, la cercanía y la presencia de Dios en estos días compartidos en Brasil, fueron más grandes que las cosas que yo pensé nos separaban
Y quiero, finalmente, dar gracias a Dios por su presencia en estos días, dar gracias a los hermanos que me acompañaron y los que hicieron posible el encuentro. Me sigo confiando a sus oraciones y les mando un fuerte abrazo. ¡Paz y bien!