Fr. Ronen Espósito Estraus. Secretario para la Formación y los Estudios y Moderador para la Formación Permanente
La Provincia Franciscana de la Asunción en Argentina y Paraguay invita a ser parte de la apertura del VIII Centenario del Cántico de las Criaturas.
Cuándo y dónde
11 de enero de 2025.
10:00 de Italia desde el Santuario de San Damián en Asís y continuando en la Basílica. En Argentina y Paraguay a las 6:00 am.
Celebralo en VIVO
El Cántico a la fraternidad, el Cántico de alabanza a la naturaleza, el Cántico de la alabanza a Dios y a sus criaturas que se despliega con intensidad y vigor a través de sus obras, se convierte también en un himno a la vida. San Francisco de Asís compuso esta oración impregnada de amor por la creación y desde ahí al Creador. El Cántico es una invitación a conectar con la naturaleza, con el sol, la luna, el viento, el agua, el fuego, la madre tierra. El Cántico de la fraternidad canta y reza a los hermanos que perdonan, a la hermana muerte corporal y al amor por sobre todas las cosas.
Francisco de Asís estaba casi completamente ciego cuando compuso el Cántico de las Criaturas. Sin embargo, con una mirada de fe llena de gratitud, contempló las maravillas de la creación y supo percibir la presencia del Creador que da sentido a todo. Todas las criaturas, reflejo de las perfecciones divinas, son hermanos y hermanas porque son obra y regalo del mismo Autor. Juntas constituyen el coro de la creación, que contempla, alaba y agradece a Dios Creador, «ese gran Donador» que da generosa y bondadosamente (2 Celano 77, FF 665).

Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.