“Sacar lo nuevo y lo viejo del tesoro de nuestra casa”

Testimonios: Qué significó para mí lo compartido con Hermanos/as

Actualidad

Hermana Nazaret, Clarisa. Monasterio Resistencia.

Un inmenso regalo de Dios

«En la alegría de volver a reencontrarnos; compartir   búsquedas, desafíos, pasos dados, gozos y dolores, intentos y esperanzas; fueron días de aprendizaje desde el testimonio de compromiso y trabajo de quienes nos animaron, y desde la confirmación de que “caminar con otros y juntos” es la propuesta de Jesús y el camino de Francisco y Clara: como hermanos y hermanas y en el modo que el Maestro eligió: menores y pobres.

Días de creciente apertura de corazón y sencilla familiaridad… en el espíritu de los orígenes creo. Volví agradecida de ser parte y constatando también que escuchar desde dentro siempre amplía la mirada y el corazón. Y que conocernos nos ayuda a amar más y mejor.

Volví renovada en el deseo de seguir buscando lo esencial, vivir el Evangelio y reflejarlo en lo de cada día, según la gracia que el Señor nos dé. Volví convencida de que el regalo del Espíritu a la Iglesia son Francisco y Clara caminando juntos “haciendo aquello que agrada a Dios y siguiendo sus huellas y pobreza” (Cta a León).

¡Que el Señor nos conceda la gracia! Amén».

       

 Blanca Fariña. Paraguay

Impecable la organización

«Fue una muy linda experiencia, agradezco mucho la invitación y la confianza. Impecable la organización desde todo punto de vista, en especial en las atenciones para con los invitados, todos los hermanos tuvieron una muy buena apertura durante el desarrollo de las distintas actividades, mis oraciones por ustedes y estoy a disposición para lo que necesiten».

Sebastián- JUFRA Córdoba. Argentina

Como joven me he sentido cómodo y he podido expresarme sin ningún temor

«La experiencia de compartir con ustedes en su capítulo fue interesante. Tratar de entender su mundo y sus responsabilidades que no son nada fáciles, pero también quiero destacar la hermandad que tienen.

Como joven me he sentido cómodo y he podido expresarme sin ningún temor, agradezco el espacio, fue una experiencia única que seria muy bueno que más jóvenes la puedan experimentar. La organización fue muy buena y lo mejor de todo es que en ningún momento se perdió a Dios como centro.

Les agradezco por haber confiado en mi y hacerme parte de este capítulo tan importante para ustedes como para toda la familia franciscana. Un abrazo enorme y muchas bendiciones. ¡Paz y bien!».